De las pasarelas y modelaje a ser mente creativa al frente de una marca nueva, Stephanie Navarro nos presenta su trabajo denominado MORTEM ART SHOP, una linea de ropa destinada a aquellos que les gusta vestir arte, literalmente arte pues cada pieza de ropa tiene un trabajo pictórico.
Stephanie ha formado parte de BOHEM siendo modelo e imagen de marcas en diferentes ocasiones, en cada una de ellas ha mostrado profesionalismo en el trabajo y muchísima expresión delante de nuestras cámaras.
Es para nosotros un placer ahora mostrarla como dueña de una marca de moda y que ella comparta con nosotros las características de la misma, te invitamos a leer la siguiente entrevista:
B. Querida Steff que emoción poder tenerte nuevamente en una edición de la revista BOHEM, esta vez presentando tu marca de moda. Te agradecemos profundamente la confianza que depositas en la revista para dar a conocer tu marca y tu trabajo.
Queremos difundir más sobre ti y tu trabajo, dinos ¿Cómo inicio la idea de tener tu propia línea de ropa?
S.N. Desde niña observaba a mi madre, Juliana Moriset, coser y pintar; su creatividad era mágica. Yo jugaba a diseñar, modificaba mi ropa, mochilas y accesorios. A los once años ya estaba creando mi propio estilo: cortaba, pintaba, cosía y reinventaba. Era mi forma de crear mi identidad, de afirmar el principio de individualidad.
Lo que empezó como un juego se convirtió en un pequeño negocio en la secundaria. Más adelante, las influencias del arte en casa, mi carrera en el modelaje y mi compromiso con el cuidado animal y ambiental fueron moldeando la idea de Mortem.
Así nació Mortem Art Shop, no solo como una marca de moda, sino como un movimiento consciente. Cada prenda está pensada para generar impacto social y ecológico; por eso trabajamos con materiales reciclados y destinamos parte del propósito a apoyar causas solidarias.
Mortem es más que ropa: es una manera de vivir con arte, conciencia y ser.
B. ¿Cuál es el nombre de tu marca y qué significa o que características tiene?
S.N. Mi marca es Mortem Art Shop, una fusión entre arte, rebeldía y propósito.
“Mortem” significa muerte, pero dentro del arte alquímico representa transformación, renacimiento y poder interno. Es ese momento en el que algo termina, no para desaparecer, sino para renacer con más fuerza.
Mortem no sigue la moda, la desafía. Es una marca que une lo oscuro con lo sagrado, lo ancestral con lo contemporáneo, y convierte cada prenda en un símbolo de cambio. Cada diseño vibra con una intención: recordarnos que incluso en la sombra hay luz, y que el fin nunca es un cierre, sino el inicio de una nueva creación.
Como anécdota, cada vez que escribía mi apellido materno Moriset en algún ordenador, el corrector lo modificaba automáticamente a “Moriste”. En ese detalle aparentemente trivial encontré una señal: una sincronía que se conectaba con mis propias experiencias cercanas a la muerte. Fue entonces cuando entendí que esa palabra era un mensaje, una puerta simbólica hacia lo que hoy es Mortem.
Esa “corrección” marcó el inicio de una cadena de coincidencias que me llevaron a apreciar la belleza de lo efímero, del renacer y de lo que significa realmente ser Mortem.
Visualmente, la marca se define por su estética sobria, elegante y simbólica, dominada por el negro, el rojo y el blanco. Integra elementos como la cruz Chakana, símbolo ancestral que representa el puente entre el mundo humano y el mundo superior.
Mortem es energía, identidad y trascendencia. Es moda para quienes viven intensamente y entienden que vestir también puede ser una forma de despertar.
Stephanie ha formado parte de BOHEM siendo modelo e imagen de marcas en diferentes ocasiones, en cada una de ellas ha mostrado profesionalismo en el trabajo y muchísima expresión delante de nuestras cámaras.
Es para nosotros un placer ahora mostrarla como dueña de una marca de moda y que ella comparta con nosotros las características de la misma, te invitamos a leer la siguiente entrevista:
B. Querida Steff que emoción poder tenerte nuevamente en una edición de la revista BOHEM, esta vez presentando tu marca de moda. Te agradecemos profundamente la confianza que depositas en la revista para dar a conocer tu marca y tu trabajo.
Queremos difundir más sobre ti y tu trabajo, dinos ¿Cómo inicio la idea de tener tu propia línea de ropa?
S.N. Desde niña observaba a mi madre, Juliana Moriset, coser y pintar; su creatividad era mágica. Yo jugaba a diseñar, modificaba mi ropa, mochilas y accesorios. A los once años ya estaba creando mi propio estilo: cortaba, pintaba, cosía y reinventaba. Era mi forma de crear mi identidad, de afirmar el principio de individualidad.
Lo que empezó como un juego se convirtió en un pequeño negocio en la secundaria. Más adelante, las influencias del arte en casa, mi carrera en el modelaje y mi compromiso con el cuidado animal y ambiental fueron moldeando la idea de Mortem.
Así nació Mortem Art Shop, no solo como una marca de moda, sino como un movimiento consciente. Cada prenda está pensada para generar impacto social y ecológico; por eso trabajamos con materiales reciclados y destinamos parte del propósito a apoyar causas solidarias.
Mortem es más que ropa: es una manera de vivir con arte, conciencia y ser.
B. ¿Cuál es el nombre de tu marca y qué significa o que características tiene?
S.N. Mi marca es Mortem Art Shop, una fusión entre arte, rebeldía y propósito.
“Mortem” significa muerte, pero dentro del arte alquímico representa transformación, renacimiento y poder interno. Es ese momento en el que algo termina, no para desaparecer, sino para renacer con más fuerza.
Mortem no sigue la moda, la desafía. Es una marca que une lo oscuro con lo sagrado, lo ancestral con lo contemporáneo, y convierte cada prenda en un símbolo de cambio. Cada diseño vibra con una intención: recordarnos que incluso en la sombra hay luz, y que el fin nunca es un cierre, sino el inicio de una nueva creación.
Como anécdota, cada vez que escribía mi apellido materno Moriset en algún ordenador, el corrector lo modificaba automáticamente a “Moriste”. En ese detalle aparentemente trivial encontré una señal: una sincronía que se conectaba con mis propias experiencias cercanas a la muerte. Fue entonces cuando entendí que esa palabra era un mensaje, una puerta simbólica hacia lo que hoy es Mortem.
Esa “corrección” marcó el inicio de una cadena de coincidencias que me llevaron a apreciar la belleza de lo efímero, del renacer y de lo que significa realmente ser Mortem.
Visualmente, la marca se define por su estética sobria, elegante y simbólica, dominada por el negro, el rojo y el blanco. Integra elementos como la cruz Chakana, símbolo ancestral que representa el puente entre el mundo humano y el mundo superior.
Mortem es energía, identidad y trascendencia. Es moda para quienes viven intensamente y entienden que vestir también puede ser una forma de despertar.
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B. ¿Qué quisiste transmitir con la temática de la portada?
S.N. En la Portada BOHEM, quise representar lo que en la Gnosis sería la Caída del Espíritu eterno al mundo del Tiempo y la Materia, un "SECUESTRO DIVINO" o "RAPTO CELESTIAL", ese instante de caída y entrega: el espíritu divino encarnado, arrodillado aferrándose a la eternidad y negando su destino finito; su llanto de sangre, como en las vírgenes que lloran milagrosamente, representa la melancolía y compasión divina manifestada en la carne: el dolor sagrado de quien siente el peso del mundo y, aun así, permanece puro en su entrega. Es la señal de que incluso la divinidad, al descender, se humaniza para recordarnos que el sufrimiento también puede ser un acto de amor y redención. En la espalda, cubierta por una chamarra que simboliza su tránsito, se encuentra pintada un retrato griego partido en dos que expresa la fractura entre lo sagrado y lo humano; la sangre representa el sacrificio que implica la encarnación; y las cadenas, el vínculo entre el espíritu, el alma y la materia. No se trata de sometimiento, sino de conciencia: la divinidad reconociéndose dentro del dolor. Representa la caída del espíritu hacia la materia: el descenso de lo divino al plano terrenal. No es un castigo, sino un tránsito; el alma encarnando en la oscuridad para reconocerse y despertar.
B. ¿Para qué tipo de personas está dirigida tu línea de ropa?
S.N. Mortem está hecha para almas indomables, para quienes se atreven a verse diferentes y auténticos.
Es para espíritus de hombres y mujeres libres, artistas, soñadores, guerreros, aventureros que ven el vestir no como un adorno, sino como un acto de expresión espiritual.
Mi público no teme al cambio ni a la introspección. Son personas que entienden que cada prenda puede ser una extensión del alma y un espejo de su esencia. Mortem no viste cuerpos, viste conciencias despiertas.
S.N. En la Portada BOHEM, quise representar lo que en la Gnosis sería la Caída del Espíritu eterno al mundo del Tiempo y la Materia, un "SECUESTRO DIVINO" o "RAPTO CELESTIAL", ese instante de caída y entrega: el espíritu divino encarnado, arrodillado aferrándose a la eternidad y negando su destino finito; su llanto de sangre, como en las vírgenes que lloran milagrosamente, representa la melancolía y compasión divina manifestada en la carne: el dolor sagrado de quien siente el peso del mundo y, aun así, permanece puro en su entrega. Es la señal de que incluso la divinidad, al descender, se humaniza para recordarnos que el sufrimiento también puede ser un acto de amor y redención. En la espalda, cubierta por una chamarra que simboliza su tránsito, se encuentra pintada un retrato griego partido en dos que expresa la fractura entre lo sagrado y lo humano; la sangre representa el sacrificio que implica la encarnación; y las cadenas, el vínculo entre el espíritu, el alma y la materia. No se trata de sometimiento, sino de conciencia: la divinidad reconociéndose dentro del dolor. Representa la caída del espíritu hacia la materia: el descenso de lo divino al plano terrenal. No es un castigo, sino un tránsito; el alma encarnando en la oscuridad para reconocerse y despertar.
B. ¿Para qué tipo de personas está dirigida tu línea de ropa?
S.N. Mortem está hecha para almas indomables, para quienes se atreven a verse diferentes y auténticos.
Es para espíritus de hombres y mujeres libres, artistas, soñadores, guerreros, aventureros que ven el vestir no como un adorno, sino como un acto de expresión espiritual.
Mi público no teme al cambio ni a la introspección. Son personas que entienden que cada prenda puede ser una extensión del alma y un espejo de su esencia. Mortem no viste cuerpos, viste conciencias despiertas.
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B. ¿Qué materiales utilizaste para producir esta colección?
S.N. La colección Génesis es el punto de partida, el inicio de la historia de Mortem.
Trabajé con jean, algodón, telas recicladas, pinturas textiles, aerosoles, cadenas, tachuelas e hilos que cuentan historias de transformación. Cada pieza fue creada con intención artesanal, uniendo lo urbano y lo simbólico.
La mezcla entre materiales reciclados y técnicas manuales es una forma de honrar la tierra y recordar que lo nuevo también puede surgir de lo que ya existió.
En Mortem, cada textura tiene propósito, y cada prenda es una declaración.
B. ¿De qué forma tu desarrollo como modelo ha influido en tu marca?
S.N. El modelaje fue una escuela de autoconocimiento, me enseñó a ver el cuerpo como un lenguaje, a comprender la energía detrás de una imagen. Aprendí que la moda no solo se ve, se siente.
Trabajar con diseñadores y marcas me mostró que la ropa puede ser una narrativa viva, un espejo del mundo y sus transformaciones.
Esa experiencia me ayudó a diseñar desde la presencia y la emoción: cada prenda de Mortem busca conectar con el alma de quien la lleva. No son simples piezas, son extensiones del espíritu, portales entre lo interno y lo visible.
S.N. La colección Génesis es el punto de partida, el inicio de la historia de Mortem.
Trabajé con jean, algodón, telas recicladas, pinturas textiles, aerosoles, cadenas, tachuelas e hilos que cuentan historias de transformación. Cada pieza fue creada con intención artesanal, uniendo lo urbano y lo simbólico.
La mezcla entre materiales reciclados y técnicas manuales es una forma de honrar la tierra y recordar que lo nuevo también puede surgir de lo que ya existió.
En Mortem, cada textura tiene propósito, y cada prenda es una declaración.
B. ¿De qué forma tu desarrollo como modelo ha influido en tu marca?
S.N. El modelaje fue una escuela de autoconocimiento, me enseñó a ver el cuerpo como un lenguaje, a comprender la energía detrás de una imagen. Aprendí que la moda no solo se ve, se siente.
Trabajar con diseñadores y marcas me mostró que la ropa puede ser una narrativa viva, un espejo del mundo y sus transformaciones.
Esa experiencia me ayudó a diseñar desde la presencia y la emoción: cada prenda de Mortem busca conectar con el alma de quien la lleva. No son simples piezas, son extensiones del espíritu, portales entre lo interno y lo visible.
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B. ¿Qué opinas de la moda en Bolivia y qué marcas son tu inspiración?
S.N. La moda boliviana está despertando. Cada vez más diseñadores buscan fusionar lo ancestral con lo contemporáneo, y eso me inspira profundamente. Veo un movimiento de rescate de identidad y al mismo tiempo de reinvención creativa.
En cuanto mis inspiraciones, estas provienen tanto de diseñadores nacionales con alma artesanal, como también me inspiran creadores internacionales que transforman el arte en discurso. Marcas como Mama Quilla (marca paceña), Migrante (marca potosina) e Hijos de Ramón (marca cruceña), me inspiran porque, cada obra es plasmada con esencia propia pero con algo en común, el saber reflejar nuestra identidad cultural como pais. Alexander McQueen o Iris van Herpen, son marcas internacionales que me inspiran ya que el arte que se expresa en cada una de sus obras, volver lo clásico algo futurista, como si cada pieza respirara alma y porcelana.
En general y sobre todo me inspiran las manos que cosen con intención, sin importar el nombre detrás.
B. ¿Qué desafíos tienen los nuevos emprendedores como tú en rubro como éste?
S.N. El mayor desafío es mantenerse fiel a la esencia en medio de un mundo acelerado.
Crear algo con alma requiere tiempo, fe y resistencia. La crisis económica, los costos de producción y la visibilidad son obstáculos reales, pero el arte siempre encuentra caminos cuando su propósito es genuino.
Mortem nació para demostrar que lo espiritual también puede habitar en la moda, y que la oscuridad no es ausencia de luz, sino su origen.
El reto no es sobrevivir: es seguir creando con propósito, incluso cuando nadie está mirando.
B. ¿Qué opinas sobre BOHEM y su trabajo de difusión de la moda nacional e internacional?
S.N. BOHEM tiene una energía muy especial: sabe ver más allá de la prenda y mostrar la historia detrás de cada creador. Aprecio su apertura y su compromiso con la diversidad estética, como tambien su apoyo a cada marca, diseñador, modelo, maquillista, artista en general que está empezando a alzar el vuelo hacia cada uno de sus sueños, BOHEM fue y siempre será una gran compañía y guía para todo aquel guerrero(a), que esté dispuesto a ir a conquistar su imperio.
En fin, ser parte de las páginas de BOHEM me honra, porque sé que valoran el arte, la autenticidad y la evolución de la moda boliviana. Que Mortem esté en su portada es una señal de que la belleza de lo trascendental, también puede hablar desde la moda.
S.N. La moda boliviana está despertando. Cada vez más diseñadores buscan fusionar lo ancestral con lo contemporáneo, y eso me inspira profundamente. Veo un movimiento de rescate de identidad y al mismo tiempo de reinvención creativa.
En cuanto mis inspiraciones, estas provienen tanto de diseñadores nacionales con alma artesanal, como también me inspiran creadores internacionales que transforman el arte en discurso. Marcas como Mama Quilla (marca paceña), Migrante (marca potosina) e Hijos de Ramón (marca cruceña), me inspiran porque, cada obra es plasmada con esencia propia pero con algo en común, el saber reflejar nuestra identidad cultural como pais. Alexander McQueen o Iris van Herpen, son marcas internacionales que me inspiran ya que el arte que se expresa en cada una de sus obras, volver lo clásico algo futurista, como si cada pieza respirara alma y porcelana.
En general y sobre todo me inspiran las manos que cosen con intención, sin importar el nombre detrás.
B. ¿Qué desafíos tienen los nuevos emprendedores como tú en rubro como éste?
S.N. El mayor desafío es mantenerse fiel a la esencia en medio de un mundo acelerado.
Crear algo con alma requiere tiempo, fe y resistencia. La crisis económica, los costos de producción y la visibilidad son obstáculos reales, pero el arte siempre encuentra caminos cuando su propósito es genuino.
Mortem nació para demostrar que lo espiritual también puede habitar en la moda, y que la oscuridad no es ausencia de luz, sino su origen.
El reto no es sobrevivir: es seguir creando con propósito, incluso cuando nadie está mirando.
B. ¿Qué opinas sobre BOHEM y su trabajo de difusión de la moda nacional e internacional?
S.N. BOHEM tiene una energía muy especial: sabe ver más allá de la prenda y mostrar la historia detrás de cada creador. Aprecio su apertura y su compromiso con la diversidad estética, como tambien su apoyo a cada marca, diseñador, modelo, maquillista, artista en general que está empezando a alzar el vuelo hacia cada uno de sus sueños, BOHEM fue y siempre será una gran compañía y guía para todo aquel guerrero(a), que esté dispuesto a ir a conquistar su imperio.
En fin, ser parte de las páginas de BOHEM me honra, porque sé que valoran el arte, la autenticidad y la evolución de la moda boliviana. Que Mortem esté en su portada es una señal de que la belleza de lo trascendental, también puede hablar desde la moda.
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